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domingo, 29 de junio de 2014

Pico San Carlos y La Padiorna.

Crónica de la ascensión al pico San Carlos(2.390m.) y La Padiorna (2.319m.)




Esta excursión estaba organizada por  La Marea Azul que suele hacer una cada mes. Yo casi nunca puedo acompañarles por el dichoso trabajo, pero esta vez no tenía que currar y no me lo pensé dos veces. 


La previsión meteorológica era confusa y, cómo tampoco tenía yo muy claro si era una excursión andando o si también habría un grupo de corredores, me vestí de manera que pudiera hacer ambas cosas, con mallas piratas, camiseta técnica , cortavientos de running y zapatillas de trail. Además preparé la mochila de 5 litros con agua, fruta, geles y una chaqueta por sí se ponía fea la cosa.
El grupo había quedado a las 7:30 en el parquing de La Lechera o a las 9:00 en Fuente De.
Como  perdí más tiempo de la cuenta en desayunar tuve que optar directamente por la segunda opción.

Una vez allí me aclararon que la excursión iba a ser andando ya que los corredores estaban disputando el Gran Trail Peñalara, nos montamos al teleférico y para arriba.
La mañana estaba fresca, pero hacia sol y sólo había nubes en las cumbres que se negaban a desaparecer, vamos que era la típica mañana en la que la ropa te va sobrando a medida que andas, pero que como te pares te quedas tieso.


Tras esperar al resto del grupo, ya que no cabíamos en el mismo viaje del teleférico, nos hacemos las fotos de rigor y nos dirigimos por la canal de San Luis en dirección al Pico San Carlos, con tanto santo yo ya no sabía sí ésto era una excursión del Torrevelo.

Luis, que hace de guía, nos va explicando mientras caminamos el nombre de los distintos picos y canales, por allí se va a Cabaña Verónica, aquí acaba La Genduda, aquello es Peña Vieja...
La verdad es que se agradecen las explicaciones, es mi primera excursión de montaña y estoy encantado de todo lo que estoy aprendiendo así como del paisaje. Todavía hay algo de nieve, también vemos vacas, cabras y corzos (tal vez sean rebecos que yo de estos bichos tampoco entiendo mucho), y unos pájaros muy simpáticos que se acercan a nosotros en busca de comida y a los que llaman " Chovas".


Yo voy encantado con las explicaciones de Luis, con el paisaje y con mis nuevos bastones que, por cierto, estoy estrenando.

En un momento dado torcemos a la derecha y el camino se empina cada vez más hasta tener que dejamos de caminar y comenzamos a trepar hasta la cima del Pico San Carlos. Muchos deciden dejar aquí sus bastones para tener libres las manos, incluso una chica no puede subir y tiene que esperarnos junto a los bastones.
Desde arriba las vistas son impresionantes, se ve Peña Vieja, Horcados Rojos, Cabaña Verónica, Torre Altaiz, Hoyo Oscuro, Pico Sin Nombre, La Padiorna y más nombres de los que no me recuerdo,  espero poder subir más veces y algún día conocerlos todos.







Como supongo que pasa casi siempre, descenso resulta un pelín más complicado que subir. Poco a poco bajamos como podemos  y en fila India, de vez en cuando alguien tira una piedra sin querer y todos gritamos " piedraaaaaaa" pero siempre sin consecuencias. En la bajada encontramos el cadáver de un pequeño corzo y nos preguntamos qué le habrá pasado.Una vez abajo recuperamos los bastones y la chica que habíamos abandonado temporalmente y nos dirigimos a la cima de La Padiorna.


Este ascenso resulta más fácil que el anterior, tan sólo tenemos que caminar por un pequeño sendero hasta la cima. Desde aquí las vistas también son espectaculares, tanto que no nos fijamos en el suelo y alguien pisa sin querer un pequeño nacimiento que hay en el suelo. Algún artista ha tenido a bien montar el Belén a dos mil y pico metros, como dijo aquel sabio, " hay gente pa to".

Descendemos de la cima y nos dirigimos a los Tornos de Liordes, por donde bajaremos a Fuente Dé.
A medio camino el grupo decide parar a comer el bocata y yo me despido de ellos porque ya me había comido la fruta y los geles. El resto del descenso lo hago trotando aunque paro a sacar un par de fotos, estoy impresionado viendo la base del teleférico desde aquí arriba.

He quedado encantado con esta marcha, intentaré volver este mismo verano pero a ver si la próxima vez no usamos el teleférico y subimos andando por la Genduda.







domingo, 22 de junio de 2014

Vueltuca Sopera de Casar 2014.



Ha pasado casi un mes desde los 10000 del Soplao y decidí apuntarme a esta carrera sin ninguna pretensión de tiempo, sin preparación específica y sin ningún tipo de estrategia. Digamos que todas las carreras a las que me apunte hasta Octubre que será mi gran reto, las tomaré como entrenamiento y sobre todo las afrontaré con la única intención de divertirme.

Tras "el Soplao" acudí a la doctora Begoña Manuz, que es médico deportivo, con la intención de que me diseñara un plan de entrenamiento para mi objetivo de Octubre que ya os contaré cual es.
Una de las directrices más importantes del entrenamiento planteado por la doctora es realizar casi la totalidad del mismo por debajo de 140 pulsaciones. Este hecho creo yo, hace que en las carreras de cierta distancia me encuentre un pelín falto de chispa, pero muy entero muscularmente. Es decir, que no consigo ir tan deprisa como me gustaría, pero tampoco agonizo en el último tercio de la carrera como solía hacer cuando seguía un plan específico para, por ejemplo, una media maratón.

El caso es que elegí esta carrera porque es una distancia suficiente para tomármela como un buen entreno y, sobre todo, porque era mi fin de semana libre del mes, ya que trabajo a relevos.
En un primer momento me había tentado la idea de hacer la " Caballucos del Diablo", que tiene muy buena pinta y se disputaba ésa misma noche, pero luego decidí que no porque pasar la noche en vela me supondría estar mal al día siguiente, perder tiempo de estar con la familia y volver el lunes al trabajo sin apenas descansar.

Total que al filo de las nueve de la mañana me presento en Casar de Periedo a tiempo para ver la salida de las bicicletas. Cuando pasan todos los ciclistas nos toca el turno a andarines y corredores mezclados en una salida un tanto caótica.
Como casi siempre, la gente sale muy deprisa y  me quedo bastante rezagado, pero antes de abandonar el pueblo ya voy situado más o menos en la mitad del pelotón.
En las primeras cuestas me vuelven a pasar unos cuantos, ya que yo siempre subo andando porque no me compensa pegarme calentones en las cuestas para luego arrastrarme en el llano. A algunos de los que me adelantan les recupero la posición en los llanos, pero otros sencillamente son más rápidos y ya no les volveré a ver el resto de la carrera.

La chica que quedó la primera también me adelantó en una de las subidas, pero yo bajaba un poco más deprisa y nos pasamos gran parte de la carrera adelantándonos mutuamente, así que terminamos charlando un buen rato sobre el calor que hacía, sobre sí nos habríamos perdido o si sería por allí, sobre recientes lesiones  etc. Incluso me comentó que era de la zona y que por eso la animaba tanta gente. Así charlando pasamos unos cuantos kilómetros, hasta que en una de esas subidas me adelantó de nuevo y ya no la volví a ver.

Normalmente en todas las carreras yo voy de más a menos y en la parte final me adelanta mucha gente, es algo que trato de mejorar pero de momento no consigo dar con el ritmo adecuado. En esta ocasión también me pasarían unas diez personas, pero al final me encontré bastante fuerte y recuperé unas  cuatro o cinco posiciones e incluso terminé con un magnífico sprint peleando la posición incluso a las bicicletas.

En cuanto al trazado he de decir que es muy bonito. La primera parte no tiene nada de particular, todo por el pueblo y varias pistas, pero después se va por unas antiguas minas, pasando a través de los túneles a oscuras y siguiendo las antiguas vías de las vagonetas. Os recomiendo de verdad que sí podéis os acerquéis a dar un paseo por esta zona, merece la pena.

Una vez en meta, masaje gratuito para las maltrechas piernas y una deliciosa paella con cervecita bien fresca incluida. La verdad es que me divertí mucho y es una de esas carreras en las que posiblemente repita.

Al final 3 horas justas de carrera y terminé en el honroso puesto 44. No os imagináis el subidón que me llevé al ver la clasificación hasta que me di cuenta de que éramos menos de 90 corredores, pero bueno ahí estoy de la mitad para adelante, que ya es algo.