El caso es que me tomé esta carrera como un entreno de calidad, de cara al Desafío Cantabria, y como me pillaba en día libre , allí me presenté.
Como siempre me encontré con una amplia representación de La Marea Azul, el equipo de referencia en la región.
Los primeros dos kilómetros los hice bastante rápido, intentando no perder de vista a dos o tres corredores que tengo fichados de otras carreras y me sirven de referencia para saber qué ritmo llevar, ya que me dosifico fatal y siempre termino las carreras arrastrandome.
Cuando llegamos a la primera cuesta tengo que bajar el ritmo y las liebres se me escapan, no pasa nada, habrán entrenado mas... Despues de un inicio de cuesta muy duro, sigue picando para arriba, pero ya me permite correr, por lo menos lo suficiente para no salir andando en la foto, que parece que hace feo.
Enseguida me encuentro a Jose, que participa en la marcha a pie, y decide correr un rato conmigo. Este tramo de la carrera es muy divertido, pasamos por un caminillo de bosque con muchas curvas y toboganes y me lo paso en grande.
Jose se despide porque tiene que esperar al resto de su grupo y yo continúo bajando a tumba abierta por la parte mas divertida del recorrido, esquivando a los andarines y picado con algún que otro corredor. La parte buena de subir cuestas es que después suele haber una bajada, y si es tan divertida como ésta pues mejor.
Continuamos por pistas y atravesamos los famosos tuneles. Aunque yo llevaba linterna frontal podría haber pasado sin ella, la verdad es que el suelo esta bastante liso y corriendo en grupo, se pasa sin mayores problemas, ya sea arrimándose a uno que si la lleve, o agarrándote al de al lado si tropiezas, todo vale.
Sigo raudo y veloz por una pista hasta mas o menos el kilometro 17 donde hay un avituallamiento y se dividen los caminos del Trail y la ruta a pie. En este momento es cuando veo la inmensa cuesta que tengo delante "MADRE MIA! En el perfil no parecía para tanto". Además ya son mas de las doce y el sol alumbra con alegría.
La verdad es que una vez metido en faena la subida en cuestión no es tan dura como aparenta sino muchísimo peor, con una pendiente brutal y sin una huella que te permita pisar en condiciones, lo que te obliga a subir de puntillas sobrecargando los gemelos hasta que los notas arder.
En el primer cuarto de la pendiente apenas corre el aire y se me acaba el medio litro de agua que acabo de rellenar en el avituallamiento, lo que hace que el resto de la subida se me haga realmente larga y penosa.
Tras coronar hay un bonito cresteo, pero las piernas no van muy finas y me cuesta correr. Cuando empieza la cuesta abajo recupero un poco las buenas sensaciones, pero tengo más sed que un perro.
De repente me parece ver un avituallamiento, tal vez sea un espejismo, pero al acercarme me doy cuenta de que es real.
La excesiva sed me hace beber demasiado y muy deprisa, así que el resto de la carrera tengo una sensación desagradable al correr cuesta abajo con todo ese agua botando en el estomago, menos mal que ya no queda nada.
Durante el ultimo kilometro se ve la meta desde lo alto y eso me da ánimos, la verdad es que es impresionante ver desde alli arriba el tinglado que hay preparado. La organización se merece un diez.
Al final entro en meta en el puesto 85 con un tiempo de 3 horas, 20 minutos y algunos segundos.




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